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Carne roja – deutsch
La carne roja es una excelente fuente de nutrientes esenciales como proteínas, hierro, niacina, zinc y vitamina B12. Sin embargo, hay pruebas probables de que la carne roja aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de intestino. En particular, la carne procesada, como el jamón, el tocino, el pastrami, el salami, las salchichas y los frankfurts parecen ser los más preocupantes, con pruebas convincentes que relacionan la carne procesada con un mayor riesgo de cáncer de intestino.
Se recomienda comer sólo cantidades moderadas (menos de 500 g por semana) de carne roja magra con toda la grasa visible recortada. La carne roja magra incluye la carne de vacuno, cordero, ternera, cerdo, canguro y muchas carnes de caza. Se trata de unos 65 g de carne roja cocida (del tamaño de la palma de la mano), no más de 7 veces a la semana. La mayoría de las personas comen porciones más grandes que esto, por lo que deberían comerla con menos frecuencia. La carne procesada debe limitarse al máximo. Las alternativas a la carne roja son las aves de corral (como el pollo, el pavo y el pato), el pescado y el marisco, los huevos, las legumbres, los frutos secos y las semillas.
Lista de carnes rojas
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En gastronomía, la carne roja es comúnmente de color rojo cuando está cruda y de color oscuro después de ser cocinada, en contraste con la carne blanca, que es de color pálido antes y después de la cocción.[1][2] En términos culinarios, sólo la carne de mamíferos o aves (no de pescado) se clasifica como roja o blanca.[3][4] En la ciencia de la nutrición, la carne roja se define como cualquier carne que tiene más de la proteína mioglobina que la carne blanca. La carne blanca se define como la carne no oscura de pescado o pollo (excluyendo la pierna o el muslo).
Según la definición culinaria, la carne de mamíferos adultos o “de caza” (por ejemplo, la carne de vaca, de caballo, de carnero, de venado, de jabalí, de liebre) es carne roja, mientras que la de mamíferos jóvenes (conejo, ternera, cordero) es blanca. Las aves de corral son blancas. La mayoría de las carnes de cerdo son rojas, otras son blancas[7]. (En francés: viandes noires – “carnes oscuras”)[4] Algunas carnes (cordero, cerdo) son clasificadas de forma diferente por distintos autores.
Lista de carcinógenos de la OMS
A partir de 2019, se estima que el estadounidense promedio consume cinco porciones de carne roja o procesada a la semana, lo que la convierte en un elemento básico en la dieta de la mayoría de las personas.Pero, los expertos advierten que comer demasiada carne roja puede ser malo para la salud. A continuación se exponen los riesgos y beneficios para la salud de comer carne roja, y si es buena o mala para usted.
¿Qué es la carne roja? La principal diferencia entre las carnes rojas y las carnes blancas, como el pollo y el pavo, es la cantidad de mioglobina que contienen. La mioglobina es una proteína rica en hierro que transporta y almacena oxígeno en las células musculares. Algunos ejemplos de carne roja son: Algunas carnes procesadas también se consideran carne roja. Las carnes que se conservan mediante el ahumado, el curado, la salazón o la adición de conservantes químicos se etiquetan como procesadas:
¿Es buena la carne roja? La carne roja no es del todo mala. Dependiendo del corte, puede tener grandes cantidades de proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes, todos ellos importantes para la salud. La carne roja tiene un alto contenido en proteínasLa proteína es un nutriente esencial que impulsa las reacciones químicas en todo el cuerpo y es el componente básico del cabello, las uñas y los músculos.Una ración de 3 onzas de carne picada cruda tiene 14,7 gramos de proteínas, mientras que una cantidad igual de carne picada de cordero cruda contiene 14,1 gramos. La carne roja es una gran fuente de B12La vitamina B12 es un nutriente esencial necesario para la formación de los glóbulos rojos, la función neurológica y la síntesis del ADN. Una ración de 3 onzas de carne de vacuno molida y cruda contiene aproximadamente el 76% (1,8 mcg) de la ingesta diaria recomendada de B12, mientras que una ración de 3 onzas de cordero molido y crudo contiene más del 83% (2 mcg). La carne roja es rica en hierro El hierro es un mineral que ayuda a transportar el oxígeno por todo el cuerpo. La carne roja contiene hierro hemo, el tipo de hierro más fácil de absorber en la dieta. Una ración estándar de carne de vacuno molida y cruda contiene casi 1,7 mg de hierro, mientras que una ración igual de cordero contiene aproximadamente 1,3 mg.
Recomendación de consumo de carne de la OMS
Los titulares que se produjeron hicieron que mucha gente se preguntara si había que evitar las carnes rojas y procesadas. La semana siguiente a la publicación de la noticia, las ventas en los supermercados de salchichas preenvasadas cayeron un 15,7% y las de tocino preenvasado un 17%, en comparación con 2014.
Pero, aunque este último anuncio es significativo, la relación entre ciertos tipos de carne y algunas formas de cáncer -en particular el cáncer de intestino- no es nueva: la evidencia ha ido creciendo durante décadas, y está respaldada por investigaciones exhaustivas. De hecho, el cáncer de intestino es más frecuente entre las personas que comen más carne roja y procesada.
La carne procesada es aquella que ha sido curada, salada, ahumada o conservada de alguna manera (como el beicon, las salchichas, los perritos calientes, el jamón, el salami y el pepperoni). Sin embargo, esto no incluye las hamburguesas frescas o la carne picada: pasar la carne por una picadora no significa que se convierta en “procesada” a menos que se modifique aún más.
No se trata de la calidad de la carne, ni de si es del carnicero o del supermercado local, esa es la cuestión. Hasta ahora, las pruebas sugieren que es probablemente el procesamiento de la carne, o las sustancias químicas presentes de forma natural en ella, lo que aumenta el riesgo de cáncer. Los investigadores aún están tratando de determinar con exactitud cómo la carne roja y la procesada provocan el cáncer, pero los principales culpables parecen ser ciertas sustancias químicas presentes en la propia carne.